Sinaloa pierde el 30% de abejas por uso de agroquímicos

El sector apícola de Sinaloa enfrenta una crisis silenciosa pero grave debido a la rápida disminución de colmenas provocada por el uso de agroquímicos altamente tóxicos y la sequía, que afecta al estado desde hace más de dos años.

Jorge Osuna Mendívil, presidente del Consejo de Producción Apícola de Sinaloa, advirtió que para este 2025, se estima una reducción del 30% en las colmenas del estado, una cifra alarmante que pone en riesgo la polinización de cultivos y la producción de alimentos.

“Estamos viendo una mortandad de abejas provocada por plaguicidas como el imidacloprid, fipronil, clotianidina y tiametoxam, que están prohibidos por la ley, pero se siguen usando”, denunció.

Detalló que los agroquímicos tóxicos y sus compuestos son tan potentes que solo cinco nanogramos son suficientes para matar a una abeja, pero la situación en Sinaloa no es aislada, pues en Estados Unidos, se estima que el 70% de las colmenas ya no forman parte de los inventarios para este año.

“Ya hay estudios de Estados Unidos que indican que ahí la situación está aún peor, pues ellos presentan una mortandad de 70% de las colmenas, lo preocupante es que aquí podría suceder lo mismo si no actuamos pronto”, dijo.

La desaparición de las abejas impacta en la producción agrícola, ya que cerca del 70% de los cultivos dependen directa o indirectamente de la polinización.

Otro factor que agrava la crisis es la mezcla de agroquímicos, lo cual potencia su toxicidad, incluso, productos que habían salido del mercado, como el Confidor, están regresando con nuevos nombres comerciales.

“El problema es que no hay voluntad para frenar el uso de estos productos. Seguimos perdiendo colmenas, y con ellas perdemos biodiversidad, seguridad alimentaria y economía rural”, concluyó.

Además, mencionó que algunas empresas agrícolas, especialmente del sector de las berries, están dejando de solicitar colmenas debido a los daños provocados por nuevas especies de plagas como los trips, lo que ha llevado a un uso intensivo de pesticidas que también matan abejas.

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Redacción
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