La delegación de la Cruz Roja en Navolato decidió suspender temporalmente sus servicios hasta que se garantice la seguridad del personal, tras el asesinato de Obed Jair Reyes, un joven paramédico de 25 años de la misma institución. El rescatista fue privado de su libertad y posteriormente ejecutado a tiros mientras descansaba en el malecón de Altata.
Los hechos ocurrieron el viernes por la noche, cuando Obed Jair fue interceptado por un grupo armado que circulaba en al menos tres vehículos. Testigos relataron que el paramédico estaba en convivencia con otras personas antes de ser obligado a subir a uno de los vehículos. Cerca de dos horas después, su cuerpo fue encontrado en un camino de terracería en el poblado La Curva de San Pedro, con heridas de arma de fuego y atado.
El informe médico señala que presentó seis impactos de bala en distintas partes del cuerpo, incluyendo ambos glúteos, la ingle y el brazo derecho. La Secretaría de la Marina fue la encargada de localizarlo y trasladarlo a la clínica del IMSS en la sindicatura de Costa Rica, donde fue declarado sin vida.
Compañeros y familiares del paramédico expresaron su dolor e indignación por el crimen. A través de mensajes en redes sociales, la comunidad de la Cruz Roja y ciudadanos en general condenaron el ataque, recordando a Obed Jair como un servidor ejemplar que siempre estuvo al servicio de quienes más lo necesitaban.
Este homicidio ha puesto en evidencia la creciente inseguridad en la región y ha generado cuestionamientos sobre la capacidad de las autoridades para proteger a quienes arriesgan sus vidas en la atención de emergencias.
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