Periodistas de la fuente policiaca fueron víctimas de agresiones en la cobertura de un hecho violento en las inmediaciones de Imala, Culiacán. El ataque, del que aún no se revelan detalles precisos, reaviva la alerta sobre los riesgos que enfrenta la prensa en zonas con alta presencia del crimen organizado.
Tras el incidente ocurrido el 14 de julio, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) de Sinaloa informó que inició una investigación de oficio para esclarecer los hechos. Óscar Loza Ochoa, presidente del organismo, solicitó a las autoridades correspondientes los informes necesarios y activó medidas cautelares para proteger a los comunicadores afectados.
La CEDH expresó su respaldo a los periodistas agredidos y subrayó la importancia de su labor para mantener informada a la sociedad sinaloense, especialmente en temas de seguridad, donde la cobertura representa un riesgo constante.
En el pronunciamiento, el organismo enfatizó la necesidad de garantizar la seguridad y condiciones mínimas para que los periodistas puedan ejercer sin temor. La violencia contra la prensa en la región continúa siendo un problema sin resolver, reflejando la falta de mecanismos efectivos de protección y respuesta.
Hasta ahora, las autoridades no han emitido información pública sobre los responsables de la agresión ni sobre la situación de los periodistas heridos, lo que genera preocupación en el gremio y la sociedad civil.
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