Escopetas, fusiles, pistolas niqueladas y armas con grabados alusivos a grupos criminales —como las iniciales “JGL” y la leyenda “Gente de Iván”— fueron parte del arsenal destruido este miércoles en la explanada del Palacio de Gobierno de Sinaloa. En total, mil armas de fuego decomisadas en distintos operativos fueron inutilizadas como parte de una jornada nacional contra el tráfico ilícito.
La destrucción se llevó a cabo en el marco del Día de la Destrucción de Armas de Fuego, instaurado el 9 de julio para generar conciencia sobre los riesgos del uso de armas y su impacto en la violencia. Autoridades civiles y militares encabezaron la ceremonia, destacando que cada arma destruida representa una amenaza menos para la ciudadanía.
El jefe de Estado Mayor de la Novena Zona Militar, Juan Reyes García Paredes, señaló que este tipo de acciones son parte del compromiso por restablecer la paz y garantizar la seguridad nacional. Las armas destruidas, explicó, son resultado del trabajo conjunto entre las fuerzas armadas e instituciones de seguridad pública.
El gobernador Rubén Rocha Moya afirmó que reducir la presencia de armas es clave en la estrategia estatal de seguridad. “Cada arma que desaparece de las calles es una vida que se puede salvar”, expresó, y reafirmó el compromiso de su administración con la construcción de una paz duradera.
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