El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, protagonizó un curioso lapsus en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrada en Washington. Durante su intervención, Biden cedió la palabra equivocadamente a «el presidente Putin» en lugar del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. «Y ahora quiero ceder la palabra al presidente de Ucrania, que tiene tanto coraje como determinación. Señoras y señores, el presidente Putin», dijo Biden, antes de corregirse rápidamente: «Va a derrotar al presidente Putin. El presidente Zelenski. Estoy tan concentrado en vencer a Putin».
Este desliz ocurre en un contexto de creciente preocupación dentro del Partido Demócrata sobre la capacidad de Biden para enfrentarse al republicano Donald Trump en las próximas elecciones de noviembre. Las dudas se intensificaron tras su poco convincente desempeño en el debate de junio contra Trump, donde Biden mostró signos de fatiga y dificultades para completar algunas frases.
Lapsus y reacciones
No es la primera vez que Biden se confunde. En una rueda de prensa posterior, llamó a su vicepresidenta, Kamala Harris, «vicepresidente Trump». Al ser cuestionado sobre estos constantes errores, Biden, visiblemente molesto, restó importancia al asunto: «¿Has visto una cumbre más exitosa? Estaba hablando de Putin y dije ‘Putin’, no, lo siento, Zelenski». A pesar de sus palabras, los lapsus han alimentado las críticas sobre su idoneidad para un segundo mandato.
Una cumbre con altibajos
La cumbre de la OTAN, celebrada con motivo de su 75º aniversario, se vio empañada por los errores de Biden. A pesar de esto, el presidente defendió con vehemencia su papel y el de Estados Unidos en la Alianza Atlántica, subrayando la importancia de la OTAN frente a la invasión rusa de Ucrania y la caída de la inflación en su país, un tema que ha afectado su popularidad durante su mandato.
Biden destacó que, por primera vez en cuatro años, los precios cayeron en junio, y mencionó que las intercepciones por cruces ilegales en la frontera han disminuido a menos de la mitad en las últimas semanas. Además, defendió su política en Gaza.
La batalla electoral
En sus respuestas a la prensa, Biden reafirmó su intención de presentarse a la reelección. «Estoy decidido a presentarme, pero creo que es importante que disipe los temores: que me vean ahí fuera», dijo, abriendo la posibilidad teórica de que los delegados demócratas opten por otro candidato, aunque no cree que eso vaya a suceder.
El presidente, a sus 81 años, es el más longevo en la historia de Estados Unidos y el primero en llegar a la Casa Blanca octogenario. De ganar las elecciones de noviembre y completar su mandato, Biden dejaría el cargo con 86 años. El Partido Republicano ha sugerido que votar por Biden sería en realidad votar por Harris, quien asumiría la presidencia si algo le ocurriera al mandatario.
Respaldo y críticas
Figuras influyentes del Partido Demócrata, como el expresidente Barack Obama, han mostrado su apoyo a Biden. Sin embargo, algunos legisladores y medios de comunicación han expresado dudas sobre su capacidad para enfrentar una nueva campaña. Biden, por su parte, aseguró que su experiencia y sabiduría adquirida con los años lo hacen apto para el desafío.
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