Veinte cuerpos fueron abandonados en distintos puntos de Culiacán, en una de las masacres más brutales del año. Cuatro de las víctimas estaban decapitadas y colgadas de un puente, mientras que las otras 16 fueron encontradas dentro de una camioneta robada. Todo esto ocurrió a pesar de la presencia de casi 10 mil elementos de seguridad desplegados en el estado.
Lejos de disminuir, la violencia en Sinaloa ha ido en aumento. De enero a abril de 2025 se han registrado 521 homicidios, un incremento del 232% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según cifras oficiales.
Esta nueva jornada sangrienta ocurre apenas dos semanas después de que el Gobierno federal anunciara el refuerzo de la seguridad con mil 600 elementos adicionales. “Se van a lograr buenos resultados”, prometió entonces el secretario Omar García Harfuch.
La matanza es parte de la disputa entre “Los Chapitos” y “Los Mayitos”, facciones del Cártel de Sinaloa que mantienen una guerra interna desde septiembre del año pasado.
Además de esta masacre, ayer se registraron otros siete homicidios y al menos cinco secuestros en diferentes puntos del estado, según reportes policiales.
Uno de los ataques más alarmantes ocurrió en una gasolinera del municipio de Elota, donde hombres armados mataron a una persona e hirieron a una mujer y a una niña de seis años.
También se reportaron asesinatos en la colonia Infonavit Barrancos, al sur de Culiacán, cerrando una jornada marcada por la impunidad y la incapacidad de frenar al crimen organizado.
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