La Cruz Roja Mexicana en Culiacán atraviesa una situación crítica ante el déficit de ambulancias y el aumento constante en la demanda de servicios de emergencia.
Actualmente, la institución cuenta con apenas siete unidades operativas, de las cuales cinco atienden en la ciudad y dos en sindicaturas como Eldorado, Costa Rica y Quilá. Con esta limitada capacidad, busca responder a una población que supera el millón de habitantes.
A pesar de las dificultades, la delegación mantiene sus operaciones gracias a campañas de recaudación, mantenimiento constante del parque vehicular y al trabajo voluntario de decenas de paramédicos, médicos y técnicos en urgencias médicas.
Erick Montoya, coordinador de administración de la Cruz Roja Mexicana en Culiacán, reconoció que sostener la operatividad representa un reto creciente, pues el costo anual del área de socorros asciende a 13 millones de pesos.
“Tenemos una plantilla de entre 145 y 150 personas, entre médicos, enfermeras, paramédicos, radioperadores y personal administrativo. Aunque el voluntariado sigue siendo fundamental, una operación tan seria como la nuestra requiere personal profesional y calificado para salvar vidas”, explicó.
Equipo y mantenimiento, los mayores retos
El parque vehicular de la institución enfrenta un desgaste importante. Varias ambulancias requieren sustitución o mantenimiento mayor, y una unidad nueva tiene un costo aproximado de 1.8 millones de pesos, sin contar los equipos especializados, como desfibriladores, cuyo precio alcanza los 700 mil pesos.
“Necesitamos renovar nuestro equipo médico y nuestras ambulancias para seguir ofreciendo una atención rápida y eficiente. El costo de los insumos y los equipos se ha elevado considerablemente, y los donativos actuales no siempre alcanzan para cubrir todas las necesidades”, señaló Montoya.
La Cruz Roja en Culiacán continúa buscando apoyos empresariales y donativos ciudadanos para fortalecer su capacidad de respuesta y garantizar la atención oportuna a emergencias médicas en la capital sinaloense.






