Un funeral, por lo general, es ese momento incómodo donde las lágrimas fluyen, las caras largas dominan y el café de cortesía nunca es suficiente. Pero para Katie Young, viuda de Brandon Young, quien falleció a los 39 años debido a complicaciones de un derrame cerebral, la historia fue diferente. A continuación, les contamos cómo transformó la tristeza en una celebración inolvidable.
Un «FUNeral» en lugar de un funeral: ¡que vivan los recuerdos felices!
Katie, con sus 40 años y una valentía que muchos quisieran, decidió que un funeral tradicional no era lo que Brandon hubiera querido. En lugar de eso, organizó un «FUNeral» que se convirtió en una fiesta épica para honrar la memoria de su esposo.
«No quería que nuestros hijos –Eleanor de 12, Clyde de 10 e Ingrid de 8– crecieran con el recuerdo de un funeral sombrío y lleno de llanto. Quería que pensaran en su padre con una sonrisa», comentó Katie mientras explicaba su decisión de rechazar el formato convencional de los servicios funerarios.
El «FUNeral» no fue cualquier evento. Con la asistencia de 500 invitados y un video en TikTok que alcanzó los 3 millones de visitas, la despedida de Brandon fue todo menos tradicional.
Los asistentes disfrutaron de un castillo inflable, actividades de arte y manualidades, y la comida favorita de Brandon. Nada de sandwiches tristes y café aguado; aquí había una verdadera fiesta.
Además, Katie decidió repartir la extensa colección de arte y discos de Brandon entre los invitados, convirtiendo cada recuerdo en un regalo especial. «Compartir su colección de discos fue muy significativo. A él le encantaba la música y estoy segura de que estaría feliz de saber que sus amigos y familiares tienen una parte de su pasión», añadió Katie.
«Cada vez que pensaba en un funeral tradicional, me enfermaba físicamente. No podía soportar la idea de sentarme en una iglesia y llorar durante los discursos», confesó Katie. En cambio, el «FUNeral» permitió que sus hijos y todos los asistentes guardaran recuerdos felices de Brandon.
«Lo mejor del funeral fue ver a los niños sonriendo. En vez de tener un recuerdo traumático, tendrán los recuerdos más felices del funeral de su padre», concluyó Katie con una sonrisa.
En definitiva, esta celebración no sólo desafió las normas, sino que demostró que el amor y la alegría pueden prevalecer incluso en los momentos más oscuros. Katie y su familia nos enseñan que a veces, la mejor manera de honrar a nuestros seres queridos es celebrando su vida con la misma intensidad con la que la vivieron.
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