El sector de la construcción en Sinaloa experimenta una marcada contracción que ha impactado fuertemente el empleo formal en la entidad, revelan datos recientes del cierre de 2025.
La reducción en la actividad productiva provocó una caída de 5.8 % en los registros de trabajadores formales en este rubro, lo que se traduce en la pérdida de 3,250 plazas laborales, según reportes oficiales.
Autoridades y especialistas atribuyen este retroceso a factores de inseguridad y menor inversión privada, que han frenado la ejecución de proyectos y generado incertidumbre entre desarrolladores y contratistas locales.
Este escenario ha reducido la creación de fuentes de trabajo y encendido alertas sobre la capacidad del sector para recuperarse en el corto plazo.
La caída en la construcción se refleja no solo en los números de empleo formal, sino también en una desaceleración de obras privadas, que durante los últimos trimestres han mostrado una actividad menor en comparación con años recientes.
Esta tendencia ha motivado llamados tanto de cámaras del ramo como de autoridades estatales para buscar mecanismos que reactiven el dinamismo de la industria.
El panorama coincide con diversos análisis económicos que destacan la importancia de la construcción como motor de empleo y su vinculación con otros sectores de la economía regional.
La pérdida de empleos en este ámbito no solo afecta directamente a los trabajadores del rubro, sino también a proveedores, subcontratistas y cadenas productivas relacionadas.
Ante este contexto, se espera que las próximas medidas de gobierno y acuerdos con inversionistas privados busquen revertir esta tendencia negativa y estimular la generación de proyectos y empleos en la industria de la construcción en Sinaloa.






