Hasta un 30% podría caer la producción de mango en Sinaloa, un impacto que refleja la complicada situación que enfrenta el sector ante el exceso de fruta en el mercado y la caída en los precios.
La temporada actual ha estado marcada por un aumento simultáneo en la oferta, con Jalisco y Nayarit cosechando al mismo tiempo, lo que genera una presión considerable sobre la demanda y afecta la rentabilidad de los productores.
Además, factores externos, como la fluctuación en el consumo de ciertos mercados internacionales, han reducido la salida de la fruta, complicando aún más la distribución y venta del producto.
Algunos productores han logrado sostener su producción mediante métodos alternativos de riego, mientras otros enfrentan limitaciones severas por condiciones climáticas adversas y falta de infraestructura adecuada.
La incertidumbre en los precios y la demanda ha provocado que grandes cantidades de fruta permanezcan sin ser cosechadas, aumentando la preocupación sobre las pérdidas económicas en la región.
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